Ese momento en el que estás pendiente de algo, donde los segundos se algargan como horas y tus movimientos se vuelven cíclicos y predecibles. Miras la hora, no han avanzado los minutos, continuas esperando.
En tu cabeza las diferentes posibilidades son analizadas con sus diferentes resultados cayendo en una espiral que se vuelve más desconcertante por momentos, y pasas de cien a cero con cada tic tac en el reloj.
Vuelver a mirar la hora, no ha cambiado, nada ha cambiado, no hay novedades desde el último segundo, le pides en vano a tu cabeza que cese en sus pensamientos para dedicarte a otras cosas y hacer más llevadera esa espera, pero tu cerebro te ignora y la espiral en caída continua.
Tras un primer estado de euforia, la ansiedad y la decepción se van apoderando de ti y como tu ánimo se apaga como una cerilla que se consume.
TIC, nada a cambiado, otro segundo más, otra mirada al reloj, otra eternidad en la que no ocurre nada.
TAC, vuelves a mirar, estabas bien, te sentías bien. Ahora las diferentes vueltas de tu cabezo no te hacen sentír bien y la aptía se va apoderando de ti poco a poco.
TIC, todo sigue y tú estas como un zombie viendo pasar los, segundos, los minutos, no reaccionas, solo estás estático, frío, vacío, ya ni miras la hora por que no cuentas que nada varie sino lo ha hecho ya.
TIC, TAC, pasa el tiempo, no ocurre nada, continua la espera.
=^.^= Miau!
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