martes, 8 de noviembre de 2011

De cañas y tapas

Ayer por la tarde, al salir de trabajar, quedé con un amigo. Cuando nos encontramos en mi casa decidimos ir a tomar una cañita a algún bar cercano y él sugirió que en una calle cerca ponían unas buenas tapas con la consumición.

Tras tomarnos la primera caña con su correspondiente tapa, nos entró hambre de verdad, y nos dirigimos a otro local para seguir hablando y cenando a base de cañas. Hacía tiempo que no quedábamos por incompatibilidad de horarios y realmente podíamos hablar de muchas cosas, pues es de esos amigos por los que el tiempo no pasa, y parece que nos hemos visto hace diez minutos porque no se merma la confianza.

Después de otras cañas y tapas en el segundo local, nos dirigimos al tercero para seguir con el ritual y así cuando realmente ya te das cuenta que ni las tapas has tomado, que han quedado en el plato, sabes que ya vas cenado, rico y variado, a base de cervezas.

Y como dijimos varias veces, esta costumbre de tapas y cañas tenemos que retomarla que la teníamos olvidada, para hacerla por lo menos, una vez a la semana, puesto que lejos de las cañas y tapas que le dan sabor a la quedada, sino se hace con la gente apropiada algo tan divertido puede resultar agobiante.

=^.^= Miau!

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