lunes, 5 de marzo de 2012

La noche de las Vanidades (prólogo)

Un amigo mio lleno de paciencia, vino de visita por sus vacaciones, juntanto días ya que no trabaja en la ciudad y cuando tiene unos cuantos se viene a estar con la familia, los amigos y sobre todo a ver a su hija, que por motivos de trabajo, no puede estar con ella todos los días.

Cuando viene a visitarnos, siempre acabamos saliendo y haciendo las "locuras" que no hacemos el resto del año, es de esas personas que sin serlo, considero de mi propia familia, no por sangre, sino porque yo lo elijo así. Como tampoco soy de poner nombre reales en el blog, lo voy a pasar a llamar NOE a partir de aquí, quien sepa a quien me refiero supongo que le hará gracia el juego de palabras tan estúpido que me acabo de inventar.

Junto conmigo, que para tener un poco de coherencia con la firma que dejo en los post, me denominará Gato a partir de ahora, vino también otro amigo /familia al que llamaré Goliath a partir de ahora, otro juego de palabras estúpido.

La história comienza en mi casa, cuando llega Noé para ir a tomar algo al bar de Goliath un miércoles a la hora de la cena. Al llegar al bar del amigo, empezamos a cervecitas acompañadas de unos pinchos muy apetecibles de tortilla y canapés de fiambre; saliendo a la puerta a fumar entre cervecita y cervecita. Tras media docena de cervecitas en el local nos fuimos a terminar de cenar en modo CAÑA y TAPAS (cenar a base de las tapas que te ponen en los locales).Cuando ya estabamos cenados y considerablemente ebrios, nos dirigimos a un bar cercano de un familiar político de Goliath, en el cual, en navidades, pasamos unos buenos ratos jugando al futbolín.

Al llegar al bar, ya desde fuera se notaban los cambios, se había cambiado el nombre del local y ya no colgaba el rotulo de cerveza que tenían, y al entrar las novedades se sucedieron: el local mucho más oscuro con luz de ambiente ya no tenía el futbolín , y solo se apreciaba al fondo una cabina donde se encontraba un Dj ( que no se le volvió a ver) y una chica morenita, muy mona, que se acercaba a nosotros desde la cabina de el local, que slavo nosotros, estaba totamente desierto.

Al llegar a nuestra altura, que aún estabamos en la puerta, nos pusimos a conversar con la chica, una dominicana muy linda, que resultaba ser la camarera, y nos enteramos que habian traspasado el local hacia quince días, y estaban todavía en proceso de decidir si ina a ser una discoteca o un pub de copas, por lo que el tio político de Goliath ya no levaba el bar y, para colmo, habían quitado el futbolín.

Tras un par de minutos de conversación en la puerta, estabamos por marchar pero, la dominica, de la que ya ni el nombre me acuerdo, ejerciendo su trabajo, nos insto a ponernos en la barra y tomarnos algo, lo cual, con lo ebrios que ibamos ya en ese momento, no nos pareció una mala idea.

Miau! =^.^=



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